"Los que sueñan diseñan sus vidas y luego hacen que esos sueños se hagan realidad".
Leía esta frase hace unos días atrás. Me hixo reflexionar mucho sobre los sueños y sobre el poder que tienen estos en cada uno de nosotros.
Pensé que un sueño es algo que deseamos iniciar, y que iniciar algo es comenzar algo;
También pensé que todos necesitamos de sueños, y que también los sueños no son nada sin los hombres, pues somos nosotros quienes podemos transformar un sueño en realidad o hacerlos quedarse en nuestros corazones, presentes pero heridos por no poder haber contado con nosotros para lograr la conversión a un ahora.
Me imagino que tú tienes muchos SUEÑOS. Es decir, SUEÑAS con vivir la vida de una forma y realmente te gustaría lograrlo.
Pues bien... todos tenemos sueños, ya lo sabemos. El problema es que no todos los alcanzamos. Hay un lugar dentro de nosotros que sabe que la vida es más el cómo vivimos que el qué alcanzamos. Sabemos qué hemos alcanzado, pero perdimos la brújula en lo que a cómo vivir se refiere.
Todos queremos iniciar algo nuevo, pero... ¿Iniciar qué? Pues iniciar una vida más plena. Estamos hambrientos de vivir una vida diferente, de sentirnos más vivos e inspirados; de reconectarnos con nuestras pasiones, nuestras esperanzas y nustros deseos. En algún momento, ya no podemos ni queremos seguir viviendo la vida que hemos estado viviendo... y entonces qué?
En este punto nos detenemos y sin darnos cuenta, nustro ego desaparece temporalmente los sueños que nos llenan, como si se trataran sólo de fantasias... Dejamos entonces de luchar por ellos... los ignoramos... y seguimos viviendo nuestras vidas, que ya sabemos que no podemos seguir viviéndolas... pero seguimos.
Hoy voy a compartir contigo un método que han llamado “Una Cita Con Tu Sueño” y el cual te puede ayudar a vivir la vida que siempre has soñado más pronto de lo que te imaginas.
Este método consta de CINCO pasos:
Paso 1 - Define Detalladamente Tu Sueño
Parece sencillo, pero quiero que te des 15 minutos en un lugar tranquilo y sin interrupciones para escribir muy detalladamente tu sueño, para describir tus intenciones, lo que deseas alcanzar o encontrar.
Escribe cómo es la vida que quieres vivir, con quién quieres estar, qué quieres lograr y en donde quieres vivir.
Pero escríbelo de una forma MUY específica.
Mientras más específico seas, más fácil será alcanzarlo (porque tendrás una gran CLARIDAD de tu sueño).
Paso 2 - Has una declaración firme de lo que deseas o buscas
Declara abiertamiente tu intención, hazla conocer, compártela!... Esto hará que actives los motores que te brinden la energía que necesitas para ponerte en movimiento.
Paso 3 - Define Las Acciones Que Tienes Que Realizar Para Alcanzarlo
Una vez que ya hayas escrito tu sueño y hayas declarado tu intención, prepara una lista de todas las acciones que tienes que realizar para alcanzar tu sueño.
La diferencia entre la gente que tiene éxito y la gente que vive una vida “promedio” es que la gente que tiene éxito “hace que las cosas sucedan”.
No se espera a que la vida haga todo por ellos.
Por eso este paso es CRUCIAL.
Tienes que definir cuáles son las acciones que TÚ tienes que realizar para alcanzar tu sueño.
Paso 4 - Has Una Cita Con Tu Sueño
Este es el paso más importante. Mucha gente tiene grandes sueños…. Mucha gente puede hacer una lista de las actividades que necesita realizar…
Pero NO mucha gente realmente dedica un tiempo específico todos los días de su vida para realizar estas actividades y poder alcanzar su sueño.
Hacer una “Cita Con Tu Sueño” se refiere a lo siguiente:
Define un HORARIO 5 días a la semana para tener una “Cita Con Tu Sueño”.
Y en este horario vas a REALIZAR las actividades requeridas para alcanzar tu sueño.
Pero tiene que ser un horario con el cual te puedas COMPROMETER y que sepas que no vas a hacer ninguna otra cosa en este tiempo.
Por ejemplo, si tu horario es de 8:00 pm a 9:00 pm todos los días, COMPROMÉTETE a cumplirlo, y no hagas ninguna otra cita o actividad a esta hora.
La hora depende de tí… la que más te acomode.
Pero lo importante es que así como te comprometes a asistir al consultorio de un Doctor o a un café con un amigo cuando tienes una CITA, de la misma forma lo hagas con tu sueño. Y que la “Cita Con Tu Sueño” represente para tí un COMPROMISO.
Paso 5 - Deja que lo que has soñado suceda
Durante años, hemos escuchado a personas diciendo "deja que las cosas pasen por su propia cuenta"... ¿lo habías escuchado?... estoy seguro que si. A veces, pensaba que las personas que decian eso estaban locas!... He comprendido que una vez que uno establece claramente la intención de lo que desea alcanzar, ese sueño se abrirá libre y suavemente ante tí si dejas que así suceda. Esto es simple: CONFIA en tí, sin obsesionarte por lograr lo que te propones.
Mientras haces esto recuerda lo siguiente:
Tus sueños definen la calidad de tu vida, si eres proactivo (no reactivo) al crear sueños que sean la expresión de tu corazón y de tu alma. Proactivo significa que tú decides que es importante para tí y qué acciones vas a tomar sobre ello ANTES que se convierta en un problema. Reactivo significa que decides esperar a ver qué es lo que te traerá la vida y luego respondes (de manera visceral... no racional). Es como el popular dicho "como vaya viniendo vamos viendo... lo recuerdas?).
Los que sueñan diseñan sus vidas y luego hacen que esos sueños se hagan realidad. Por eso, te invito a que realices este ejercicio para tí y que empieces ahora mismo a diseñar tu propia vida y a hacer que tus sueños se vuelvan realidad.
Dejaré el blog abierto para recibir tus comentarios y reflexiones.
Fernando
Dedicado a todos aquellos que buscan ser personas adaptables y fuertes a los contratiempos, seguras de sí mismas y motivadas, efectivas tanto en las relaciones interpersonales como en las grupales, y solventes en las áreas de comunicación, negociación, resolución de conflictos, liderazgo y compromiso con sí mismas y con su entorno...
domingo, 16 de agosto de 2009
martes, 11 de agosto de 2009
Mi adultez es reflejo de mi niñez
Muchos de nosotros sabemos que somos en gran parte un reflejo de nuestra niñez. Tú eres parte de la niñez que tus padres te dieron; tus hijos e hijas son también un reflejo de la niñez que tú y tu pareja les brindaron; y los hijos de tus hijos, serán de igual forma, reflejo de la niñez que sus padres les brinden.
Tus hijos son un reflejo de tí y sus emociones y reacciones actuales no son parte de su personalidad, sino de su emocionalidad, algo que es propio de los niños y de muchos adultos, pues reflejan de forma subconsciente reacciones ante hechos, algo que no tienen control de ellos hasta que un buen día se hagan conscientes.
Pero... ¿Cómo sucede esto en nuestra mente?... Veamos:
Al nacer venimos al mundo con la amígdala, esa parte del cerebro que registra nuestra memoria emocional, totalmente desarrollada. Por el contrario, la corteza, parte encargada de nuestra memoria racional consciente, es incipiente y se va construyendo poco a poco. Por ello, si un niño pasa momentos difíciles que generan emociones fuertes, estas emociones son registradas en la memoria emocional pero no en la memoria racional. En otras palabras, las sensaciones derivadas de los momentos difíciles de la niñez están grabadas en una memoria emocional de la cual no somos conscientes. A esta memoria se le denomina técnicamente "memoria subconsciente" y tiene la particularidad, para nuestra desgracia, de que es atemporal; es decir, la recordamos como si fuera ayer. Cargamos de por vida con nosotros un conjunto de emociones fuertes de las cuales no somos conscientes.
Cuando sufrimos o somos maltratados en nuestra infancia, tenemos la memoria subconsciente llena de emociones destructivas. Por la naturaleza del cerebro, estas emociones las cargamos toda la vida. Lo peor de todo es que se manifiestan en nuestro presente, pero no nos damos cuenta. Las emociones destructivas sabotean nuestras relaciones interpersonales, nuestra seguridad y nuestra sensación de valor personal, impidiéndonos muchas veces lograr la felicidad. Por ejemplo, piensa en una persona que sufrió maltratos durante su niñez, que cuando se equivocaba le gritaban y la violentaban. Si a esta persona le encargan el cumplimiento de una meta que le resulta difícil de lograr, empezará a tener un diálogo interno destructivo. Se sentirá inútil, tonta e infeliz. Se molestará consigo misma, sentirá que todo es su culpa. Los mismos sentimientos que experimentaba durante su infancia los proyectará en la situación del presente.
Es muy probable que muchos de nosotros hayamos vivido situaciones atemorizantes y difíciles en nustra infancia, entendamos entonces que los procesos y las circunstancias que han pasado, irremediablemente han dejado su huella.
Por ello, es muy importante para el bienestar de todos que iniciemos o sigamos un proceso de autoconocimiento y de crecimiento, ya que si nuestros hijos son el reflejo de nosotros mismos, es entonces el momento de permear nuestro ser para que salgan a flote las tantas cosas bellas y positivas que yacen en nuestros corazones y aprovechar la etapa de absorción de nuestros hijos para que perciban desde la propia raíz. la imagen que les dará la oportunidad de ser mejores hijos, mejores adultos y mejores padres en el futuro.
Les dejo con esta reflexión del escritor justo Serna, haciendo referencia a sus reacciones por lo escrito por Ivan Turgeniév en su obra "Padres e Hijos" y por el libro "Léxico Familar", de Natalia Ginzburg:
"Hay una parte de nuestras vidas que consumimos reafirmándonos contra el tronco precisamente familiar, hijos contra padres, hijos que se aúpan contra la evidencia de las cosas recibidas, del mundo heredado. Tenemos derecho a oponernos a ese mundo heredado, rehaciéndonos en la individualidad, inventando unos referentes que serán propios. Hacemos eso y luego resulta, como dice Natalia Ginzburg, que hay un lenguaje del que no podemos desprendernos, un lenguaje al que se asocian imágenes que se verbalizaron y que ahora regresan, estemos donde estemos. “Cuando nos vemos, podemos estar indiferentes o distraídos el uno con el otro, pero basta que uno de nosotros diga una palabra, una frase, una de aquellas antiguas frases que hemos oído y repetido infinidad de veces en nuestra infancia”, añade, “para volver a recuperar de pronto nuestra antigua relación y nuestra infancia y juventud”. Para bien y para mal. Cada uno de nosotros puede aspirar a ser distinto, a alejarse de ese léxico familiar que hemos aprendido en innumerables conversaciones y momentos, y justo en un instante un hecho singular y probablemente banal nos hace remontarnos a pasados que creíamos desaparecidos y que juzgábamos superados".
Piensa y reflexiona...
Tus hijos son un reflejo de tí y sus emociones y reacciones actuales no son parte de su personalidad, sino de su emocionalidad, algo que es propio de los niños y de muchos adultos, pues reflejan de forma subconsciente reacciones ante hechos, algo que no tienen control de ellos hasta que un buen día se hagan conscientes.
Pero... ¿Cómo sucede esto en nuestra mente?... Veamos:
Al nacer venimos al mundo con la amígdala, esa parte del cerebro que registra nuestra memoria emocional, totalmente desarrollada. Por el contrario, la corteza, parte encargada de nuestra memoria racional consciente, es incipiente y se va construyendo poco a poco. Por ello, si un niño pasa momentos difíciles que generan emociones fuertes, estas emociones son registradas en la memoria emocional pero no en la memoria racional. En otras palabras, las sensaciones derivadas de los momentos difíciles de la niñez están grabadas en una memoria emocional de la cual no somos conscientes. A esta memoria se le denomina técnicamente "memoria subconsciente" y tiene la particularidad, para nuestra desgracia, de que es atemporal; es decir, la recordamos como si fuera ayer. Cargamos de por vida con nosotros un conjunto de emociones fuertes de las cuales no somos conscientes.
Cuando sufrimos o somos maltratados en nuestra infancia, tenemos la memoria subconsciente llena de emociones destructivas. Por la naturaleza del cerebro, estas emociones las cargamos toda la vida. Lo peor de todo es que se manifiestan en nuestro presente, pero no nos damos cuenta. Las emociones destructivas sabotean nuestras relaciones interpersonales, nuestra seguridad y nuestra sensación de valor personal, impidiéndonos muchas veces lograr la felicidad. Por ejemplo, piensa en una persona que sufrió maltratos durante su niñez, que cuando se equivocaba le gritaban y la violentaban. Si a esta persona le encargan el cumplimiento de una meta que le resulta difícil de lograr, empezará a tener un diálogo interno destructivo. Se sentirá inútil, tonta e infeliz. Se molestará consigo misma, sentirá que todo es su culpa. Los mismos sentimientos que experimentaba durante su infancia los proyectará en la situación del presente.
Es muy probable que muchos de nosotros hayamos vivido situaciones atemorizantes y difíciles en nustra infancia, entendamos entonces que los procesos y las circunstancias que han pasado, irremediablemente han dejado su huella.
Por ello, es muy importante para el bienestar de todos que iniciemos o sigamos un proceso de autoconocimiento y de crecimiento, ya que si nuestros hijos son el reflejo de nosotros mismos, es entonces el momento de permear nuestro ser para que salgan a flote las tantas cosas bellas y positivas que yacen en nuestros corazones y aprovechar la etapa de absorción de nuestros hijos para que perciban desde la propia raíz. la imagen que les dará la oportunidad de ser mejores hijos, mejores adultos y mejores padres en el futuro.
Les dejo con esta reflexión del escritor justo Serna, haciendo referencia a sus reacciones por lo escrito por Ivan Turgeniév en su obra "Padres e Hijos" y por el libro "Léxico Familar", de Natalia Ginzburg:
"Hay una parte de nuestras vidas que consumimos reafirmándonos contra el tronco precisamente familiar, hijos contra padres, hijos que se aúpan contra la evidencia de las cosas recibidas, del mundo heredado. Tenemos derecho a oponernos a ese mundo heredado, rehaciéndonos en la individualidad, inventando unos referentes que serán propios. Hacemos eso y luego resulta, como dice Natalia Ginzburg, que hay un lenguaje del que no podemos desprendernos, un lenguaje al que se asocian imágenes que se verbalizaron y que ahora regresan, estemos donde estemos. “Cuando nos vemos, podemos estar indiferentes o distraídos el uno con el otro, pero basta que uno de nosotros diga una palabra, una frase, una de aquellas antiguas frases que hemos oído y repetido infinidad de veces en nuestra infancia”, añade, “para volver a recuperar de pronto nuestra antigua relación y nuestra infancia y juventud”. Para bien y para mal. Cada uno de nosotros puede aspirar a ser distinto, a alejarse de ese léxico familiar que hemos aprendido en innumerables conversaciones y momentos, y justo en un instante un hecho singular y probablemente banal nos hace remontarnos a pasados que creíamos desaparecidos y que juzgábamos superados".
Piensa y reflexiona...
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